En el año 1995 se lanzó lo que representó la primera apuesta de Microsoft para el mercado de navegadores web: Internet Explorer, logrando destronar a los líderes del momento. Esta fue la principal opción para navegar en internet durante algunos años, sin embargo, la compañía no logró responder correctamente a las exigencias de los usuarios, dando pie a que nuevas alternativas si lo hicieran. En ese sentido, si todavía utilizas este programa para tus labores en la web, te daremos 9 razones para que busques un reemplazo de inmediato .
La historia de Internet Explorer fue la crónica de una muerte anunciada, puesto que, logró satisfacer las necesidades de los usuarios durante muy poco tiempo. Hoy en día, es una opción poco recomendable y por ello vamos a hablar de sus desventajas más importantes.
👎 Desventajas y contras
❌ No es fácil de usar
Internet Explorer es un navegador web que surgió durante la primera y segunda generación de este tipo de aplicaciones y que, además, no logró mejoras significativas. Esto quiere decir que, si lo comparamos con las opciones que tenemos hoy disponibles como Opera o Google Chrome, obtendremos una experiencia mucho más satisfactoria. Hacer configuraciones que en estos momentos son muy simples, podrían representar un reto dentro de este navegador que fue sacado de circulación, aunque sigue recibiendo mantenimiento de Microsoft.
❌ La interfaz del navegador es anticuada y poco atractiva
Este factor va unido al punto anterior, puesto que, mucho de la dificultad que representa la experiencia de Internet Explorer, se debe a su interfaz. Hoy en día estamos 100% familiarizados con la navegación por pestañas, algo que facilitó muchísimo el desplazamiento y las tareas en este tipo de soluciones. Adicionalmente, resulta bastante anticuada, algo que le sigue restando funcionalidad, puesto que, ahora mismo, estamos acostumbrados a otra distribución de las opciones, mucho más amigable y accesible.
❌ No es compatible con algunos sitios web y aplicaciones
Si bien Internet Explorer ya no cuenta con nuevas versiones, aún recibe mantenimiento por parte de Microsoft. Sin embargo, esto no soluciona la incompatibilidad en la que ha caído y seguirá cayendo tras la falta de actualización. Esto se manifiesta rápidamente a la hora de ingresar en sitios web que utilizan tecnologías recientes dentro de su programación, lo que generará que muchos elementos no se muestren, por no ser soportados.
Igualmente, en estos momentos utilizamos muchas aplicaciones y servicios online que siempre recomiendan el uso de las versiones más recientes del navegador. Por ello, si quieres evitar contratiempos a la hora de abrir, desde tu email, hasta alguna aplicación online que necesitas para trabajar, reemplaza Internet Explorer por una alternativa más actual como Chrome.
❌ Es más lento que otros navegadores
Algo de lo que adolece este navegador desde sus primeros días y que ha sido la punta de lanza de sus competidores para sacarlo de competencia, ha sido la lentitud. Internet Explorer es un navegador realmente lento en lo que respecta a la ejecución de elementos web y en mostrar las páginas en las que ingresamos. Esto se debe a una pobre gestión de las conexiones y ejecución de componentes, que nunca fue mejorada.
Esto fue precisamente lo que aprovecharon Mozilla y Google para darle más visibilidad a sus navegadores, ofreciendo conexiones y apertura de páginas de forma inmediata.
❌ Tiene más errores y fallos que otros navegadores
La falta de mejoras en la que cayó el navegador de Microsoft, hizo que se acumularan y arrastraran muchos errores. Esto no quiere decir que las nuevas versiones no solucionaran nada, sino que la compañía nunca marchó al mismo paso que las necesidades de la web y de sus usuarios. De esta manera, es muy fácil que Internet Explorer arroje múltiples errores durante nuestra jornada, al momento de abrir páginas o descargar archivos.
Incluso, como comentamos anteriormente, muchos sitios ya no son compatibles, por lo que la posibilidad de tener una experiencia entorpecida es muy alta.
❌ No ofrece la misma cantidad de funciones y características que otros navegadores
Al principio comentamos que este navegador está entre la primera y segunda generación de aplicaciones de su tipo. En ese sentido, hablamos de una solución sumamente básica, con muy pocas funciones adicionales, como estamos acostumbrados en este momento. Por ejemplo, en Opera encontramos una VPN, en Chrome está la posibilidad de leer archivos PDF e incluso, acceder a un administrador de tareas para ver los procesos de cada pestaña.
Ahora mismo, los navegadores están enfocados en ofrecer mucho más que la posibilidad de conectarnos a internet. En ese sentido, trabajan en incorporar utilidades que nos faciliten el trabajo y hagan la experiencia más fluida y amena. Internet Explorer carece de todo esto, por lo que tu jornada mejoraría en un 100% al reemplazarlo.
❌ Puede ser vulnerable a virus y ataques
La seguridad es un factor fundamental en estos momentos porque desde el navegador manejamos datos personales importantes como contraseñas y hasta tarjetas de crédito. Los navegadores actuales intentan mantenerse a la vanguardia de este aspecto, manteniendo a raya las brechas y la acción de malware que pueda poner en riesgo esta información.
Internet Explorer, por su parte, es muy débil en este asunto y aunque recibe mantenimiento, no tiene las actualizaciones necesarias para que confiemos en su gestión de seguridad.
❌ No es personalizable
La personalización es uno de esos elementos que se han extendido en todas los ámbitos del software como algo muy relevante para los usuarios. Siempre buscamos sentirnos cómodos con las herramientas que usamos y esto implica desde su funcionalidad, hasta la posibilidad de ajustar su combinación de colores o aplicar temas. Internet Explorer carece de todo esto, por lo que su interfaz no solo luce anticuada y rudimentaria, sino que, además, no se puede mejorar.
❌ No se pueden instalar extensiones
Las extensiones representan un elemento de mucha repercusión en estos momentos, cuando los navegadores se han convertido en pequeños ecosistemas. Estos complementos tienen la función de potenciar a la aplicación, dándole nuevas opciones para facilitar cualquier tarea de nuestro día a día. Sus posibilidades son tan variadas como las necesidades de los diferentes usuarios y por ello, hay tiendas disponibles con grandes catálogos de extensiones.
Sin embargo, Internet Explorer no es compatible con estas piezas de software, por lo que tendrás que conformarte con lo poco que permite hacer el navegador. Esta es una razón de suficiente peso para usar otro, considerando que, te estás perdiendo de un mundo de herramientas que pueden ser de gran ayuda en tu día a día.